¿Cambio de ciclo?

Como si se tratase de un recuerdo de una vida anterior, la UD Logroñés experimentó en la pasada jornada un "déjà vu" en forma de cesión que quién sabe si podría marcar el inicio de un nuevo ciclo. Parece una de las múltiples esperanzas a las que cualquier aficionado blanquirrojo trata de aferrarse jornada tras jornada. Y es que, tras haber tocado fondo en varias ocasiones durante los últimos años, por qué no pensar que una nueva era podría comenzar esta misma tarde frente al Tudelano.

Hoy será el conjunto navarro el que acuda a Las Gaunas para tratar de dar la sorpresa y continuar su lucha por evitar el descenso. Uno de esos partidos “perezosos” que a nadie le apetece ni jugar, ni ver, pero que, sin embargo, se debe ganar, y más aún tras el desastre de la última jornada en Ejea de los Caballeros. De hecho, es mejor no pensar lo que podría suceder en caso de que el Logroñés no obtuviera la victoria esta tarde ya que podría quedarse fuera de los puestos de playoff.

No obstante, en caso de se sumaran los tres puntos, se volvería a entrar de lleno en la pelea por el ascenso directo. Una situación absolutamente loca que va a acompañar al equipo hasta final de temporada. Más aún, si se tiene en cuenta el calendario que va a afrontar el conjunto riojano durante las próximas semanas: Eibar B, Utebo, Calahorra… “Tenemos que hacer un cambio radical si queremos lograr el objetivo”, explicaba el entrenador blanquirrojo, Sergio Rodríguez, en rueda de prensa. Un cambio que se lleva buscando desde hace jornadas pero que no termina de llegar.

Y hablando de cambios de dinámica, uno de ellos puede ser el, por fin, regreso de un Pol Arnau que parece que comienza a dejar atrás sus problemas de tendinitis en el tendón rotuliano. El jugador catalán es una de las últimas bazas que le queda al equipo para tratar de revertir una situación a la que cada vez es más complicado darle la vuelta. Si consigue tener continuidad y le respetan los problemas físicos,puede ser un jugador diferencial en esta parte final de la temporada.

Precisamente, eso es lo que necesita la UD Logroñés en esta última recta del campeonato. Jugadores que aporten algo diferente, que cambien la dinámica de los partidos y que contagien este espíritu a una plantilla que parece estar completamente desangelada. Es la fórmula para dar el pistoletazo de salida a un cambio de ciclo que, tras varios intentos fallidos, por fin, podría iniciarse esta tarde.