La ilusión y las ganas de dar la sorpresa se citan en Ejea

La UD Logroñés afrontará esta tarde la primera de sus finales en la lucha por el ascenso directo. Era inimaginable pensarlo hace tan solo tres jornadas, cuando el equipo se encontraba a siete de puntos de un Arenas de Getxo que parecía que se aferraba al liderato. Pero, nada más lejos de la realidad, a 16 de febrero, los logroñeses se encuentran rozando el primer puesto. Tres jornadas que han puesto patas arriba una clasificación en la que cualquiera de los cinco primeros clasificados tiene opciones de pelear por el ascenso directo, y entre ellos, se encuentra el rival de esta tarde, la SD Ejea.

El conjunto aragonés llega con muchas ganas de ser la gran sorpresa de este final de temporada. Ha conseguido trece de los últimos quince puntos y se ha afianzado en la parte de arriba de la tabla como un serio candidato a todo en esta segunda vuelta. Además, solo ha recibido un gol en estas últimas cinco jornadas y fue en su victoria por 1-6 frente al Subiza. "Llegamos en un momento de mucha confianza, el equipo está compitiendo muy bien”, comentaba en la previa del encuentro Babacar Fedior, jugador de la SD Ejea. Los ejeanos, se encuentra ante una gran oportunidad de afianzarse en los puesto de playoff y saben que el factor campo será fundamental. “Hacemos un llamamiento a toda la afición para que nos ayude”, añadía el propio Fedior.

En cuanto al conjunto riojano, parece que la ilusión de pelear por el ascenso directo se ha comenzado recuperar tras la victoria del pasado fin de semana. No obstante, es esencial que el equipo puntúe en Ejea para que el Arenas no se vuelva a distanciar. Y es que, los vascos volvieron ayer a la senda de la victoria después de tres jornadas en las que parecía que no levantaban cabeza. No obstante, el entrenador blanquirrojo, Sergio Rodríguez, explicaba en la previa que el equipo tiene que centrarse en lo suyo y en encontrar el “mejor nivel”, porque “ahí está la clave”.

En cualquier caso, la primera de las finales ya está aquí y aragoneses y riojanos dependen de ellos mismos para seguir peleando por el ansiado ascenso.