¿Se debe tirar la Copa?

Opinión.

10/30/20242 min read

La Copa del Rey es ese despertador de conciencias que, por unos instantes, devuelve a la ciudad a esas grandes noches de fútbol que suponen revivir viejos momentos para unos y emocionarse por primera vez para otros. Por tercera temporada consecutiva, el torneo del KO se vuelve a plantar en medio de la pesadilla que lleva experimentando la Unión Deportiva Logroñés durante los últimos años. En un camino repleto de oscuras y enrevesadas carreteras provinciales, la Copa reaparece como una pequeña luz de esperanza en un duro viaje que parece no tener final.


Una competición que a pesar de los continuos reveses que lleva recibiendo el club en los últimos años, vuelve a mostrarle la cara a la ciudad. Vuelve a mirarle a los ojos y como si quisiera a la capital riojana con especial cariño, una vez más, le regala un encuentro de fútbol profesional con la esperanza de convencer definitivamente a todos esos indecisos que miran desde la lejanía la actualidad blanquirroja, y que, únicamente aparecen en momentos puntuales de la temporada.

Quizás, por ello, el encuentro que se disputará en el día de mañana es mucho más que una simple tarde para disfrutar de un buen partido de fútbol. Supone una nueva oportunidad para despertar esas ganas de bocadillo, amigos y grandes emociones que existen en Logroño, y que sin embargo, se encuentran adormecidas durante gran parte del año y únicamente aparecen en momentos muy puntuales de la temporada. Porque sí, la prioridad es la liga, pero lo que puede aportar una victoria en encuentros como este puede suponer más que tres puntos. ¿Cuántos se volverían locos con ese gol de Ander Vitoria en el minuto 89 frente al Cádiz y a partir de entonces siguen mucho más de cerca la actualidad del fútbol logroñés? ¿Cuántos vibraron con aquel lleno ante la Real Sociedad y a pesar del descenso decidieron que querían vivir noches así con el equipo de su ciudad?

Es lo que tiene la Copa, y no se debe olvidar. Se trata de la única competición que es capaz de ilusionar a miles de personas que nunca acuden al fútbol, pero que por una tarde, viven el partido como si fueran fieles socios que se presentan en el campo jornada tras jornada. Por todo ello, no conviene menospreciar una competición que ha traído muchas alegrías a esta afición y que quién sabe qué podría llegar a dar en un futuro no muy lejano.


Es evidente que la vía del crecimiento es la de la liga, pero la realidad es que, una vez más, la ciudad se encuentra a 90 minutos de, casi seguro, volver a verse las caras con un equipo de Primera División. 90 minutos para que los más jóvenes puedan ver cómo el equipo de su ciudad tutea a esos jugadores que siempre observan a través de una pantalla. 90 minutos para que esos niños, por fin, decidan dejar de soñar para actuar y conseguir que esos futbolistas que ven desde el salón de su casa, algún día, se presenten en el Municipal de Las Gaunas.

La plantilla de la UD Logroñés da las gracias a su afición tras el encuentro de liga frente al Deportivo Aragón. Foto: Sergio Quintana.